La
Parroquia, La Victoria en el año de 1996 cuando ocurrió el
terremoto en él Cantón Pujilí también tuvo
consecuencia con daños estructurales y una de ellas la Iglesia, pero la fe y la
unión de los Victorenses pudieron reconstruirle y verlo hoy como lo que es, la
casa de todos, donde se dan cita todos sin diferencias de clases sociales,
económicas sino como un solo grupo de seres humanos relacionados con su
Religión Católica que es la que la mayoría lo profesan.
Está al frente de
la Evangelización y responsabilidad del Párroco Alcides Catota en el que ha fortalecido la fe que un
momento los Cristianos Católicos se iban apagándose, siendo como una chispa de
fervor, han vuelto a Dios, habla con mucha satisfacción, inspiración y
comprometido, incentivado, llega con fe, siendo sincero, franco
desinteresado de lo económico y como seres humanos tendemos a algo superior sin
alejarnos del camino de trayectoria con alegría, vitalidad, gozo, poniendo
vuestras fuerzas o de en sí y nunca alejarnos de Dios.
Manifiesta que el
mayor de los milagros es ver a la gente que en vez de expandirse se ha
compactado más, toman conciencia y parte de su término trabajando y
unidos para alcanzar todos sus anhelos. Cree necesario
hacer conocer que a más de las fiestas ya mencionadas hay la de San Salvador en
el barrio El Calvario, la de San Pedro en el barrio el Paraíso y la de Jesús
del Gran Poder en el barrio El Tejar, todas con una profunda fe y devoción.
Finalmente hace referencia el
sacerdote las acciones sociales en lo que puede colaborar como el comedor de
los ancianitos de la tercera edad y la escuela de discapacitados que en su
mayor parte es voluntariado y comprometedor. Con alegría y satisfacción
menciona “veo hoy a los niños cumplir el sacramento de la Santa
Comunión y me siento complacido”
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